Una vez el estado de alarma llegue a su fin, el tsunami económico que ahora mismo ha empezado a levantarse acabará arrasando a muchas empresas, el paro volverá a cotas quizás tan altas como las de la crisis de 2008 y con ello el impago generalizada será una realidad.
No hace falta ser ningún experto analista para darse cuenta de que la post-alarma será muy cuesta arriba y que los juzgados quedarán rápidamente colapsados por una avalancha de procesos, especialmente mercantiles, laborales y civiles. El más que previsible ingreso “extra” de miles y miles de procedimientos, si nadie lo remedia, provocará un caos irremediable.
Si por otro lado, de todos es conocido que la lentitud judicial acaba perjudicando la economía general de un país, parece imprescindible e inaplazable un auténtico “Plan Marshall” para abordar remedios excepcionales que permitan que nuestros juzgados sean más resolutivos y productivos.
Para lograrlo será imprescindible ampliar las plantillas de los juzgados más saturados y las de aquellos donde pueda preverse un mayor incremento.
El plan debería contemplar la entrada excepcional de personal interino suficiente para cubrir todos los grados del escalafón de funcionarios, jueces y letrados y, tal y como apuntaba @ignaciolopezchocarro en su artículo publicado en @confilegal del día 26/3, debería habilitarse el mes de agosto. Si ahora estamos parados y no se resuelve nada, parece obvio que habrá que recuperar el tiempo perdido.
Seguramente podrían abordarse reformas procesales que agilizaran todos los trámites, pero ante una avalancha tan enorme como la que se nos viene encima, si no se refuerzan claramente los RRHH de la Administración de Justicia difícilmente podremos hacerle frente, aparte de que las reformas procesales necesitan de largos y tediosos trámites legislativos que alargarían aun más la agonía.
Por consiguiente, ante una situación tan grave, en la que a buen seguro el Estado dotará de partidas extraordinarias para ayudar al tejido productivo, el mundo judicial no puede quedar al margen de estas medidas excepcionales que otros sectores seguramente obtendrán, porque la Justicia, insisto, también es fundamental para que la recuperación económica sea más rápida y efectiva!