Frustraciones y desencuentros

Que en España tenemos un problema de encaje de las diferentes plurinacionalidades que la componen es un hecho evidente y sobre el cual muchas generaciones han topado sin saber encontrar una salida razonable que complazca a todos, pero este artículo no pretende dar lecciones a nadie sobre las razones políticas de tales desencuentros, sino ilustrar con un relato cuotidiano hechos que pueden explicar el porqué de estas realidades.

El Consejo de Procuradors de Catalunya y el Colegio de Procuradores de Barcelona impulsaron un estudio que fue llevado a cabo por la Universidad de Barcelona y la Cámara de Comercio, que calculó el impacto negativo que para la economía en general provoca una ejecución de sentencias tan lento como el que tenemos en nuestro país. Dicho estudio, totalmente innovador no sólo en España sino incluso para toda la Unión Europea, encontraba la fórmula de cálculo del perjuicio que la demora en la tramitación de los procesos judiciales ocasionaba al sistema económico, hasta el punto de concretar como podría afectar la mejora en términos del PIB y de altas en contratación laboral.

Hace un año celebramos en Barcelona un congreso para presentar dicho estudio y sobre el cual tuvieron la oportunidad de debatir sus conclusiones diferentes catedráticos, economistas, jueces, letrados de la administración y abogados. Solo hace falta acudir a las hemerotecas para constatar que aquel congreso cumplió ampliamente con las expectativas generadas.

La semilla quedó plantada, el proyecto presentado y solo hacía falta creer en él para difundir la situación y reivindicar las soluciones. Desde Catalunya destapamos el problema y cuantificamos sus consecuencias, pero todos éramos conscientes que para poder avanzar y para que todo ello cuajara en futuros proyectos de Ley, hacía falta explicar y proyectar nuestro estudio a la realidad judicial de toda España. Hacía falta, en definitiva, que nuestro Consejo General de Procuradores de España cogiera nuestro relevo y cubriera el último tramo de la carrera.

El estudio de la UB y la Cámara de Comercio estaba hecho y, al margen de que los resultados estuvieran centrados en el análisis de los datos extraídos de procesos judiciales tramitados en Catalunya, lo más difícil ya estaba hecho: la obtención de la fórmula estadística capaz de comparar las consecuencias negativas de un retraso excesivo en la gestión judicial. Por consiguiente, para poder extrapolar a toda España el análisis hecho en Catalunya, lo más fácil y consecuente hubiera sido contratar a las mismas personas que llevaron a cabo aquel estudio pionero, contratar en definitiva a los padres creadores de aquella fórmula de cálculo, y una vez recabados los datos necesarios sobre procesos tramitados en los juzgados del resto de España, poder extraer el resultado global del perjuicio que le supone para la economía española una tramitación excesivamente lenta de los procesos judiciales.

Pues bien, la historia acaba como acaban tantos desencuentros políticos que tanto afectan a nuestro quehacer diario: nuestro Consejo General, lejos de actuar con sentido común y adoptar como propio aquello que hicimos en Cataluña, ha decidido empezar de nuevo y contratar una nueva empresa para que empiece desde cero un nuevo estudio, ignorando por completo aquello que hicimos desde aquí con voluntad inequívoca para que sirviera para todos.

Una vez más la frustración aparece y el desencuentro se mantiene vivo.

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PD: este articulo lo elaboré a finales de abril de 2019 con la intención de llamar la atención al nuevo desencuentro que en aquellos momentos vivíamos desde el Colegio de Procuradores de Barcelona y Consell con nuestro Consejo General, pero a petición de nuestro Decano, que mantenía todavía las esperanzas en hacer razonar al Consejo para que cambiaran de actitud, finalmente desistí de su publicación en un periódico de ámbito nacional…

Perjuicio para todos, culpa compartida

Por primera vez un reciente estudio de la Cámara de Comercio de Barcelona y la UB ha cuantificado el impacto negativo que para la economía en general acarrea la ineficiencia del sistema judicial de ejecución de sentencias. Los resultados analizados son demoledores y ponen negro sobre blanco la realidad a la que nos enfrentamos, día a día, los operadores jurídicos que trabajamos en este sector judicial.

Que la justicia española es lenta es un axioma lamentablemente consolidado desde tiempos inmemoriales y ahora, gracias a este impecable estudio, sabemos que, además, esta lentitud comporta graves perjuicios económicos para una economía a la que no ayuda en absoluto que tantos millones de euros estén apalancados en legajos judiciales durante más de 600 días y que tras este larguísimo camino sólo se recupere un 22% de lo ejecutado.

¿Pero toda la culpa de este endémico desaguisado es sólo de la organización judicial, de sus farragosas leyes y de la insuficiencia de medios técnicos y humanos?. Lo más fácil es pensar que estos hechos son definitivos para la consecución de estos pésimos resultados, puesto que es innegable que el sistema falla en sí mismo, pero aun mejorando en recursos y reformando el cuerpo legislativo, muy probablemente seguiríamos obteniendo unos resultados alejados de los que se consiguen en países con sistemas judiciales más ágiles, pero especialmente y sobre todo, con sociedades poco dadas al incumplimiento de sus reglas comunitarias.

Y en eso radica, desde mi punto de vista, el principal handicap para conseguir mejorar las ratios de recuperación de las deudas porque falta, ante todo, un mayor rigor en el cumplimiento personal de las obligaciones y que la misma sociedad censure, sin ambigüedades, los comportamientos de aquellos que incumplen sus compromisos legales. Si a ello le sumamos el error monumental al que incurren a menudo muchos líderes políticos y de opinión respecto a pensar que exigiendo el cumplimiento del pago de las deudas se defienden los intereses de los más poderosos, ya tenemos el caldo de cultivo propicio para la demagogia y, como no, para que acabe saliendo muy barato incumplir con las obligaciones.

Por consiguiente, necesitamos un cambio radical de sistema, pero también será necesario un cambio cultural en profundidad. Para lo primero será precisa la firme voluntad de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, pero para lo segundo será imprescindible explicar muy bien a la ciudadanía que el incumplimiento de las obligaciones atenta al interés general y nos acaba empobreciendo. Empecemos por lo más obvio, por aquello que sabemos que puede y debe reformularse y quizás con ello la sociedad recibirá un mensaje contundente y disuasorio que ahuyente determinadas conductas que nos acaban perjudicando a todos.

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Article publicat a La Vanguardia. Gener 2018

Cap de setmana per oblidar

Novembre, matí de diumenge assolellat i fresc. Carrers tranquils i ganes de llegir el diari. 

Passant les pàgines de La Vanguardia me’n adono però, que aquest marc idíl·lic d’un bon final de setmana res te a veure amb el que passa al món de la política i de la economia. De sobte, ni la lectura plàcida ni la bona música que sona de fons poden extraurem de la realitat que m’ envolta.

A les ja de per sí “males” notícies de les pàgines d’economia, m’entrebanco una i altre vegada, fins enrabiar-me, amb la notícia de la trobada del G-20 a Washington amb la presència de Zapatero, perquè, com ens poden enganyar tant?!. Els uns perquè saben molt bé que només busquen la foto per escenificar que els preocupa la crisi mundial però cap d’ells ha reconegut la seva complicitat en el seguit d’actuacions especuladores que ens han  portat fins a la debacle actual. I, l’altre, en Zapatero, perquè només li ha preocupat sortir a la mateixa foto per regar el jardí socialista, sabedor que internacionalment la insistència espanyola per assistir a la reunió ha ratllat el ridícul.

L’altre enrabiada me l’emporto al fer l’anàlisi de la trobada de divendres entre en Duran i en Montilla, perquè, ja em dirà el Sr. Josep Lluís que farem ara?. O, millor dit, que farà ara ell?. Quin es l’objectiu de l’apropament d’UDC al PSC ?. No puc entendre que, davant d’una mes que provable retallada estatutària, el partit democristià català s’apunti a la reacció moderada que necessita Montilla. Primer, perquè li ofereix al president del tripartit una taula de salvació i, segon, perquè situa a CDC i a l’Artur Mas fora de la centralitat. On vol anar a parar el Sr. Duran ?

I ja per acabar-ho d’adobar, la tercera enrabiada me l’emporto al llegir l’editorial i l’ampli reportatge panegíric que La Vanguardia dedica a la Ministra Chacon.

En fi, el que deia al començar, un cap de setmana per oblidar…

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Post publicat al meu Facebook en data 16-11-08

Crisi amb final poc feliç

Estem en crisi, a les portes de la recessió i fins i tot s’augura la deflació. No penso escriure sobre economia i les causes que ens han portat fins aquí doncs no en soc expert, però si que em preocupen i molt les mesures polítiques que es deixen entreveure per tal de corregir els errors del sistema amb l’excusa de que en el futur no es puguin repetir els escàndols especuladors que han provocat el sinistre panorama en el que estem immersos. Perquè, es clar, els mateixos dirigents polítics que han conviscut i permès els abusos d’una bona part del Gran Capital, ara han de cercar les solucions per sortir del pou i mirar de que mai tornem a caure-hi… i jo em pregunto, quina confiança ens mereixen si abans han estat còmplices d’aquest desastre?

Em preocupa, i molt, que la Alta Política reaccioni en el sentit de que, com que ella no ha participat – gens ni mica – en les causes que han generat la crisi, s’han de buscar mesures correctores – només – en una part del sistema. Es a dir, a mes crisi, mes poder públic i menys sector privat.

Em preocupa, i molt, que paguin justos per pecadors i que la solució de la crisi passi per un increment regulador que acabi retallant – encara mes – la llibertat individual i la iniciativa d’una societat civil cada cop mes controlada i menys emprenedora.

La Alta Política no ha sabut fer els deures i no ha volgut frenar a temps els excessos especulatius i, el que es pitjor, ara que ja es evident el que ha passat i el perquè i per qui estem on estem, no faci res per que paguin els qui han provocat i permès tot aquest desgavell. El final poc feliç que s’albira es la sortida fàcil i alhora interessada pel sector públic. Enlloc de retocar el sistema i, sobretot, fer que paguin els que se n’han aprofitat, ens voldran portar a un nou escenari econòmic en el que, evidentment, la Alta Política es veurà reforçada, obviant absolutament que ella també ha estat còmplice de la situació.

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Post publicat al meu Facebook en data 09-11-08